En la parroquia de Cabo de Cruz. Playa de 1510 metros en zona rústica, muy cuidada desde el punto de vista medioambiental, de arena dorada, bordeada por una paseo marítimo de madera. Lugar atractivo de disfrute en época estival, por lo que el grado de ocupación es elevado. Arenas blancas y bien cuidadas y aguas limpias. Frente a ella encontramos la Isla de la Benencia a la que podremos acceder en barco o a nado. Se une también a la playa de la Retorta por los islotes de los Baos, que quedan en seco en bajamar. Dispone de todos loe servicios: duchas, servicio de limpieza, papeleras, salvamento, señalización del estado del mar, aparcamientos, fuente de agua potable, stand de salvamento, aseos, cuestas de acceso, recogida selectiva y punto accesible (rampla para PMR, aseos, ducha, aparcamientos y zona de ocio).

Tiene carencias de estacionamiento de vehículos, sin embargo su grado de ocupación es medio debido a sus limpias aguas y cuidado arenal.

Perteneciente a la parroquia de Abanqueiro, tiene casi 2 km. de largo y un entorno prácticamente virgen, rodeada por un extenso pinar; aquí también su estuario es de suave pendiente. El islote de los Arreondos y la Punta de Piñeiro franquean y dan abrigo al extenso arenal. La playa de Mañóns tiene una longitud de 1.300 metros y una anchura media de 45 metros. Es una playa no urbana de ocupación media. Con arena blanca fina y de aguas tranquilas. La playa cuenta con duchas, servicio de limpieza, papeleras, salvamento, señalización del estado del mar, aparcamientos, fuente de agua potable, stand de salvamento, aseos, cuestas de acceso, recogida selectiva y punto accesible (rambla PMR, aseos, ducha, aparcamientos y zona de ocio).

Playa con nulo nivel de ocupación en época estival.

Playa sin acondicionamientos ni servicios, con bajo grado de ocupación.

Playa de difícil acceso con aguas tranquilas, arena blanca y bajo grado de ocupación.

Carecen de servicios y presentan un estado de su entorno algo mejorable.

Playa muy degradada por industrias conserveras y servicios situados en sus inmediaciones que hacen que sus aguas no sean aptas para el baño.

Playa sin accesos directos a la misma, de forma que para aceder hay que cruzar fincas particulares, a menudo entre frondosa vegetación.