Durante muchos años se creía que la sustentación se generaba solamente por la desviación del flujo de aire en contacto con la vela y no se tiene en cuenta un parámetro igualmente fundamental que es el denominado "circulación de velocidad".

En este artículo intento explicar como el efecto del paso del aire y agua alrededor de un obstáculo (en nuestro caso un buque de vela) partiendo de la propiedad física de los fluidos “aire” y “agua”: deformación continua bajo solicitaciones externas (choque con la vela o casco) y las propiedades cualitativas más destacables, movilidad entre las partículas que los constituyen (homogéneos, isótropos que no admiten discontinuidad), miscibilidad por la rápida disgregación de partículas de las diferentes zonas del fluido, compresibilidad o variación de volumen bajo esfuerzos normales y además que la intensidad de su presión no depende da la dirección.

Sin duda, la mar es maravillosa pero puede comportarse de forma hostil. Si salimos a navegar no podemos dejar nada al albur. La lista de imprevistos siempre deberá estar en nuestra cabeza pensando que cuando las cosas se ponen feas las tendremos que solucionar nosotros, sin contar con ayuda.

Lo primero y como esencial es poner el barco proa al viento. Ahorraremos esfuerzos, la relinga se deslizará correctamente por el carril del palo y desde luego, evitaremos un posible vuelco.

Aparejar las velas

Aparejar el barco

La bañera en detalle

Preparación del barco y su aparejo.

1º Encinte y proteja todas las aristas y bordes puntiagudos del acastillaje que pueden dañar o descoser las velas con particular atención al área del púlpito de proa.
2º Proteja los tensores de los obenques ya con tubos plásticos o con cinta, prevendrá roturas y manchas.
3º Cuide que los guardamancebos estén limpios y sin alambres sobresaliendo. Particular atención a los candeleros.
4º Proteja la puntas de las crucetas. En el mercado encotrará protectores hechos en plástico en diversos tamaños y formas. En su defecto, protéjalos con cuero o espuma de goma cubierta con cinta adhesiva plástica.
5º Asegúrese que las drizas de cable no tengan alambres sobresalientes.

Preparación del barco y su aparejo. 1º Encinte y proteja todas las aristas y bordes puntiagudos del acastillaje que pueden dañar o descoser las velas con particular atención al área del púlpito de proa. 2º Proteja los tensores de los obenques ya con tubos plásticos o con cinta, prevendrá roturas y manchas. 3º Cuide que los guardamancebos estén limpios y sin alambres sobresaliendo. Particular atención a los candeleros. 4º Proteja la puntas de las crucetas. En el mercado encotrará protectores hechos en plástico en diversos tamaños y formas. En su defecto, protéjalos con cuero o espuma de goma cubierta con cinta adhesiva plástica. 5º Asegúrese que las drizas de cable no tengan alambres sobresalientes.