Vendée Globe. Recopilatorio de ediciones. La conquista del Everest del Mar 1989-2009

Nacida hace 15 años y montada por un gran marino, el Francés Philippe Jeantot vencedor dos veces consecutivas de la BOC Challenge –regata en solitario alrededor del mundo con escalas- que deseaba empujar más lejos el concepto de aventura... "El tiempo, escribirá, es un elemento indispensable e inevitable para alcanzar una simbiosis perfecta con su velero." Tras estas victorias intenta forzar un poco más el reto, ideando una vuelta al mundo sin escalas, en solitario y sin asistencia.
Durante la primera edición los participantes no imaginaban las penurias que este reto supondría. Ninguno de los 13 que partieron en esa primera edición tenía experiencia de lo que supone un viaje en solitario de más de 100 días.
Y aquí comenzó su leyenda. La regata forzó tanto el respeto del mundo marítimo y el público en general que embotó los superlativos más puntiagudos. El mar también tiene su cumbre mítica, su Everest. No era necesario ya detenerse. Una vuelta al mundo en solitario, sin escala y sin asistencia, he aquí las únicas condiciones para alcanzar esta comunión.
Un viaje en el que conquistar los tres cabos: el africano de Buena Esperanza, la punta más meridional del continente Australiano, el Cabo Leewen, y el temido Cabo de Hornos en Suramérica. Cuatro océanos y los mares más peligrosos del planeta.
Sin escalas y sin ningún tipo de asistencia, los participantes no pueden recibir partes meteorológicos ni apoyo a la navegación o ruta a seguir desde un equipo en tierra, no pueden recibir ningún tipo de consejo, ni siquiera pueden ponerse en contacto con ningún médico que pudiera aconsejarles como mejorar su rendimiento físico. La organización solo permite bajo supervisión, la ayuda telefónica en caso de avería del barco o de enfermedad.

De edición en edición, la Vendée Globe forjó su leyenda y la gloria de sus conquistadores. Titouan Lamazou (vencedor del Vendée Globo 1989-1990), Alain Gautier (1992-1993), Christophe Auguin (1996-1997), Michel Desjoyeaux (2000-2001)... luego un tal Vincent Riou, discreto vencedor de la última edición. ¡Recuerdan!, cási nada, rompiendo records. El 7 de noviembre de 2004 a las 13h02, veinte navegantes se lanzaban en la 5ª Vendée Globe, a la conquista de los grandes cabos y mares del sur. El más rápido en tomar la salida, Vincent Riou, será el primero en cortar la línea meta, aproximadamente 87 días más tarde, pero ya prometiendo volver de nuevo... ¡La cita vuelve pues, el 9 de noviembre de 2008, frente a la costa de Sables d'Olonne para vivir el Everest del mar, la 6ª Edición de la Vientos del Globo. La Vendée Globe es sin lugar a dudas la prueba actualmente más dura que pueda existir, de una peligrosidad muy alta y un reto en el que para dar la vuelta pasarán frente al continente Antártico navegando por los 40 rugientes, los 50 aullantes hasta los 60 tenebrosos entre hielos, vientos huracanados y mares montañosas.

Y así fue, el 10 de Noviembre de 2008 a las 13.02 horas de ayer, con la previsiones acertando, 15 nudosde viento del SW, ola tendida de tres metros y cielo cubierto, sonó el cañonazo de salida. La emoción rezumaba por todos los rincones del puerto de Les Sables d'Olonne (Francia), tomado por una muchedumbre de cientos de miles de personas. La perfecta organización de la regata cumplió al segundo los horarios establecidos y la flota abandonó su muelle a partir de la 10H. Remolcados los Open 60 por embarcaciones auxiliares recorrieron los canales del Port Olona con sus patrones jaleados por una afición entregada.

Cerca de ocho mil personas salieron a la mar en embarcaciones de todo tipo que con las olas que lanzaba la mar del Oeste y las provocadas por los cientos de embarcaciones hacían que la mar hirviese. En medio de todo este maremagnum Kito de Pavant, Desjoyeaux, Stamm, Golding, Caffari, Thomson, Jourdain, Unai... armaban sus barcos.

Los 60" Imoca mostraban su multicolor decoración: la vaca que ríe del veterano De Pavant, el amarillo canario de la morena Dee Caffari, los verdes. naranjas y amarillos del BT de Sébastien Josse, el negro del 'Hugo Boss'... Todos dando bordadas hasta ocho minutos antes de la salida, cuando se vio en la pequeña nube de pólvora del cañonazo de atención, momento en que cazaron escotas, toman velocidad y se despeja el campo de aficionados. Todo es tensión, correr la línea como en un barlo sota. No faltaba ninguno de los grandes nombres de la navegación en solitario. Jamás la Vendée Globe había reunido a tantos participantes ni de tan alto nivel. De hecho, es la vuelta al mundo con más participación de la historia y la organización tuvo que cerrar la inscripción por motivos de seguridad. Por primera vez, los dos últimos ganadores de la regata (Vincent Riou y Michel Desjoyeaux) repiten en la línea de salida. También corren otros cinco podios de ediciones anteriores. Y 21 de ellos ya saben qué es dar la vuelta al mundo.
Todos saben a qué van a enfrentarse. Sus teóricos aliados pueden convertirse también en sus peores enemigos: el barco, el viento, la mar, los icebergs... Y también la soledad, el cansancio, el miedo. Aunque los navegantes no pueden usar más que la fuerza del viento para avanzar, están rodeados de tecnología punta por los cuatro costados y se pasan muchas horas al día pegados al ordenador para estudiar la mejor ruta en función de las previsiones meteorológicas.
¿Cómo aguantan entre 80 y 110 días de competición sin parar? Duermen poco, muy poco, y casi nunca en periodos de más de 30 minutos. Por lo general, apenas descansan cuatro o cinco horas al día, cuando lo consiguen. Esta pasada noche, por ejemplo, la habrán pasado en blanco, pues al temporal se unía el hecho de cruzar un golfo de Vizcaya con muchísimo tráfico comercial y pesquero, las olas causadas por las corrientes y el paso de la plataforma continental a la oceánica, y el conocimiento de que en todas las ediciones anteriores quien iba en cabeza al cabo de 24 horas ha ganado la regata.