Historia y Turismo en Vilaboa

dolmen

Sus vestigios de antiguedad se ubican en Cotorredondo y la sierra que forma la península do Morrazo, donde se encuentran restos de sepulcros megalíticos, siendo los más significativos:
Dolmen del Rey en Castiñeiras. Datado en el 3,000 A.C., con cámara poligonal y corredor de acceso, con tres tramos perfectamente diferenciados. En el camino que rodea el lago. Restaurado y reconstruido en el 2003. Completan el conjunto 8 dólmenes pertenecientes al neolítico y situada en los alrrededores del lago de Castiñeiras. El castro más popular y conocido de la localidad es el de “Monte da Croa” (en el lugar de Acuña), que cuenta con murallas y en el que aparecieron numerosos utensilios de uso casero.

De la dominación romana la atraviesa la “Per loca maritima”, el “Camino Real” de los romanos. Quedan vestigios de la IV Vía Militar de Braga a Santiago, que se desviaba por la costa cara a la península del Morrazo y atravesaba Bértola y Figueirido.

Durante el medievo su territorio estuvo atravesado por el Camino Portugués: Quedán de esta época: la Iglesía Románica de Vilaboa: San Martín de Vilaboa (muy modificada) y la cimentación del Castillo de San Adrián de Cobres o de Ubeiras.
De la primitiva iglesia data de 1387, fue ampliada en los años 1673 y 1859. Conserva dos hermosos capiteles del siglo XII decorados a base de motivos vegetales, zoomorfos y antropomorfos. Se localiza al lado del Ayuntamiento, en O Toural (Parroquia de Vilaboa).
Castilo de Ubeiras, situado en el lugar del “Castillo”, de estilo medieval, la fecha de su construcción se sitúa los siglos XIV y XV. Hoy solo se conservan los cimientos y parte de los muros, fruto de su destrución a manos de la armada anglo-holandesa en la batalla de Rande de 1702.

La historia de este municipio se halla unida a dos hechos principales de la historia gallega: la batalla de Rande y las salinas de Ullóo, vinculadas al colegio de los jesuitas situado en la ensenada de San Simón.
Visitas interesantes:
Su más de centenar de hórreos, alguno de ellos de grandes dimensiones y con más de cien años de antigüedad.

madamas

La Casa Barreira del siglo XVI.
Abundantes fiestas populares. Generalmente una por parroquia, destacando la de San Adrián de Cobres con una procesión marítima por la ría; también las fiestas de los “maios”, el primer día del mes de mayo, los carnavales con desfiles de
máscaras, bailes de madamas y la “corrida do galo”.
Dentro de las fiestas del Carnaval de Cobres hay que señalar estas comparsas de Madamas y Galáns
Hay también una corrida do galo, que últimamente ya non tiene tanto esplendor a causa de las denuncias de los ecologistas; aún que en este caso no se mataba al animal.
Ritos, cuidados y barrocos atuendos, danzas, cantares, composiciones musicales, ambiente que se evidencia en los "galáns e galanas" del Entroido de las parroquias de Cobres. Ritos de iniciación, lúdicas pruebas de pericia para los más jóvenes, cuando todo florece y da paso a la primavera.
Se celebran en dos parroquias del ayuntamiento: San Adrián de Cobres y Santa Cristina de Cobres y las dos forman una banda integrada por un mayordomo y parejas de madamas y galáns que van a bailar delante de las casas de los vecinos para que les entreguen donativos con los que sufragar la fiesta.
Lo más llamativo de esta fiesta son los trajes que llevan los protagonistas, con una base blanca adornada con collares, sombreros, flores, plumas, abalorios... que los hacen ir vestidos de lo más llamativo.
La fiesta acaba con el sermón del carnaval donde un predicador habla en tono jocoso de los acontecimientos que se dieron ese año en la aldea.