Parajes naturales de Baleares. Flora y Fauna
La mayor riqueza con la que cuenta el archipiélago balear es sin ningún lugar a dudas, su entorno natural.
La superficie protegida de las islas supera el 40% de su territorio.
49 áreas naturales de especial protección reúne hasta el momento la isla de Mallorca,
19 en Menorca
17 en Ibiza y Formentera.
Seis de estos espacios cuentan con un régimen de protección especial: El Parque Nacional de Cabrera, la Reserva Natural de Ses Salines de Ibiza y Formentera y los Parques naturales de s'Albufera, Mondragó, sa Dragonera y s'Albufera des Grau.
Menorca se beneficia además del sello internacional de Reserva de la Biosfera,
Este conjunto de islas constituye una magnífica representación de los ecosistemas mediterráneos, incluyendo los submarinos, ya que alberga praderas de Posidonia oceanica realmente valiosas.
El parque natural de s'Albufera des Grau es uno de sus espacio más representativos. Refugio de aves acuáticas y migratorias, esta zona húmeda se ha convertido en una de las más valiosas del sur de Europa desde el punto de vista ornitológico. Menorca cuenta con un perímetro costero prácticamente a salvo de urbanizaciones, contándose por docenas las calas impolutas que sólo pueden despertar la admiración del viajero.
Otros parques naturales salpican la geografía balear. En la isla de Mallorca están los de Sa Dragonera, Mondragó y S'Albufera de Alcúdia, a los que cabe añadir el parque nacional marítimo-terrestre del subarchipiélago de Cabrera. Este último recibe un cupo limitado de embarcaciones al día, lo que garantiza tanto su preservación como su apertura a quienes deseen conocerlo o, en época de calor, disfrutar retozando en sus magníficas aguas. Un pequeño museo dedicado a su historia sirve para que el visitante se haga una idea de los sorprendentes episodios que ha conocido Cabrera.
S'Albufera de Alcúdia es, como la de Es Grau en Menorca, zona de nidificación de aves migratorias. Mondragó, parque situado en el municipio de Santanyí, en el sudeste insular, un área dotada de paradisíacas playas alejadas del bullicio de zonas más densamente pobladas. Por lo que respecta a Sa Dragonera, constituye también un parque marítimo-terrestre, al que se puede acceder mediante embarcaciones que parten desde puntos costeros cercanos, como Sant Elm o el Port d'Andratx. Su deslumbrante silueta y sus atardeceres idílicos hacen de este gran islote uno de los más deseados por las cámaras fotográficas.
Sa Dragonera se sitúa en el vértice sur de la Serra de Tramuntana, columna montañosa de la isla de Mallorca que esconde pueblos y rincones de ensueño, refugio de artistas, bohemios y filántropos de todas las épocas. Visitar el santuario de piedra del Torrent de Pareis, dejarse deslumbrar por una puesta de sol en Na Foradada o perderse por las callejuelas de Fornalutx son sólo una pequeña proporción de lo que un viajero con sensibilidad no debe perderse.
La Serra de Tramuntana es también el lugar ideal para los amantes del senderismo.
Ibiza y Formentera, además de envidiables playas, cuentan con un ecosistema común que, desde una perspectiva aérea, parece unir ambas islas. Se trata de Ses Salines, su reserva natural más renombrada. Para dejarse imbuir por su atractivo, la bicicleta es el medio de transporte más apropiado, el mismo que permitirá al visitante adentrarse en los caminos de Formentera, apenas 85 kilómetros cuadrados que merecen saborearse con calma. Subir hasta La Mola permite gozar de una vista impresionante, de tanto impacto como la que proporciona, ya en Ibiza, la contemplación del farallón de Es Vedrà, una irrupción pétrea que surge del mar en forma vertical para deslumbrar a quien la contemple.
Flora y fauna
La vegetación también varía según las islas y la altura.
El árbol más abundante y bien aclimatado es la encina, mientras que el pino de Alepo predomina en la vertiente meridional de las montañas y en toda Ibiza.
El resto de la vegetación es de matorrales: garrigas formadas por romeros, jaras, lavandas, lentiscos y acebuches; estas dos últimas especies son las dominantes en la garriga de Menorca e Ibiza.
La fauna es escasa y posee algunas especies en peligro de extinción, como el erizo y la comadreja.
Las aves más habituales son gorriones, tordos y abubillas. En las albuferas encontramos flamencos, fochas y cigüeñas.