Ría de O Barqueiro y Bares.
Comenzamos nuestra navegación desde la cara oriental de la Estaca de Bares, en la Ría de El Barqueiro, primera de las Rías Altas coruñesas por el N, pues aquí se encuentra el límite provincial de A Coruña con Lugo.
Es conveniente conocer el perfil costero correspondiente a la vertiente de la ría perteneciente a la provincia de Lugo ya que la morfología costera así nos lo exige, tanto para acceder a la canal del Sor como la posibilidad de encontrar un refugio seguro en momentos de mal tiempo en el vecino Vicedo.
De la Estaca de Bares al puerto de Espasante
DE LA ESTACA A CABO PRIOR
Generalidades: Llegamos al punto más septentrional de la Península Ibérica, donde confluyen las aguas del Cantábrico y del Atlántico: la Estaca de Bares para proseguir ruta costeando hasta el Cabo Prior ante una costa escarpada y montañosa, con muchas puntas rocosas y playas donde se produce una fuerte resaca. En el tramo Estaca - Ortegal (al WS distantes 7,9 M), siempre muy trabajado por viento y mar, suelen recalar los que provienen del Cantábrico en demanda de latitudes más meridionales o son última referencia de tierra si la derrota les conduce hacia el N. E
Entrada al puerto de Ortigueira. Cariño. Costa oriental de Cabo Ortegal
Las condiciones cambiantes que sufre la canal de entrada a la ría de Santa Marta de Ortigueira, así como la posibilidad de rompiente en la misma dificultan el acceso a este puerto deportivo.
Como norma general, se debe acceder o salir de ella afinando la precaución, siempre una hora antes/después de pleamar.
Atención a nuestro calado ya que las sondas en la barra son de 3m. Es conveniente observar cómo levanta la mar en la barra. Mucha atención asimismo a las corrientes que se establecen en la canal con la marea entrante o vaciante; son muy intensas y se presentan nada más repuntar la marea. Su velocidad a media marea llega a los 6 nudos.
Costa NW de Galicia. De Cabo Ortegal a la Ría de Cedeira
Cabo Ortegal
El otro cabo mítico del NW gallego, citado en sus crónicas por los navegantes fenicios, griegos y romanos: “donde la mar se hace ya más tormentosa que en el resto de la costa, y las corrientes adquieren más violencia siendo muy difícil poderlo montar”. Y de cierto que llevaban razón, imposible sentirse indiferente ante lo especial de su paisaje. Nos encontramos en una costa complicada de navegar, un escenario salpicado de islotes, piedras, acantilados inaccesibles y aderezado con un viento y mar permanentemente presentes. Olas que rompen violentas contra los acantilados y sonidos que nos recuerdan temporales, naufragios, tragedias...