Vendée Globe. Navidad con carajal para toda la flota superviviente
El mal tiempo obliga a Stamm a abandonar las islas Auckland y buscar refugio en Nueva Zelanda. La Navidad trae mal tiempo. O buen tiempo para correr, según como se mire. Para unos, el temporal es una verdadera desgracia; pero para otros, es una oportunidad para apretar el acelerador, aunque sea a costa de un día incómodo y de retrasar las celebraciones de estas fiestas. El Gran Sur es quien manda. Y ahora manda viento.
Bernard Stamm (Cheminées Poujoulat) es sin duda el más perjudicado por el empeoramiento de las condiciones que afectará a casi toda la flota de la Vendée Globe, repartida a lo largo de casi 4.600 millas (unos 8.500 kilómetros) del Pacífico y del Índico. Podría decirse que el suizo no está de suerte. Tras refugiarse en Sandy Bay al Norte de las deshabitadas islas Auckland para reparar sus hidrogeneradores, el mal tiempo no ha dejado de acompañarlo. Primero ha sido la lluvia constante, que ha dificultado y ha alargado el proceso de curación del estratificado que está realizando para que sus hidros no se desprendan del espejo de popa de su barco; y finalmente el temporal lo ha obligado a abandonar su refugio y dirigirse a la isla Sur de Nueva Zelanda, concretamente a Dunedin, para buscar un lugar más protegido donde terminar su tarea.
Por si fuera poco, su estancia en Sandy Bay no ha sido tranquila. Las algas que tapizan el fondo de esta cala impidieron que el ancla del Cheminées Poujoulat agarrara y el barco empezó a garrear. Afortunadamente, en el lugar había un barco científico ruso anclado al que pudo lanzar un cabo y evitar así que el velero fuera contra la costa. En cualquier caso, Stamm tendrá que olvidarse de su lucha por un puesto en el podio en esta Vendée Globe y centrar sus esfuerzos en conseguir terminar esta vuelta al mundo en solitario sin escalas, algo que hasta ahora no ha conseguido.
Celebraciones atrasadas
Para los otros navegantes que siguen en regata, esta Navidad se presenta complicada. Los dos líderes, François Gabart (MACIF) y Armel Le Cléac’h (Banque Populaire), mantienen su mano a mano encarnizado y han decidido dejar de lado los rituales navideños. Para Armel, la cena de Navidad se limitará a su menú cotidiano ligeramente mejorado, mientras François prevé pasar directamente de celebraciones, para centrarse exclusivamente en el barco.
Similares preocupaciones tienen Jean-Pierre Dick (Virbac-Paprec 3) y Alex Thomson (Hugo Boss), atenazados entre la esperanza de conectar con la cabeza de la regata y el deseo de no poner su posición en riesgo.
Otros han decidido adelantar la Navidad. Jean Le Cam (SynerCiel) y Bertrand de Broc (Votre Nom autour du Monde avec EDM Projets) han celebrado el 24 de diciembre antes de hora, a la vista de las condiciones meteorológicas previstas en la zona. Hay que decir que la degustación de platos navideños y la apertura de regalos no son lo más indicado en un Imoca lanzado a toda velocidad por un viento de 40 nudos.
Los hay, sin embargo, que no están dispuestos a saltarse la tradición. Para Arnaud Boissières (Akena Vérandas), lo primero es lo primero: “Abrir los regalos el 25 a mediodía es una tradición familiar”. Y no será él quien la rompa, incluida una llamada a sus padres a esa hora.
Papá Noel trae viento para Sansó
Mike Golding (Gamesa), Dominique Wavre (Mirabaud) y Javier Sansó (Acciona 100% EcoPowered) han estado hurgando las botas de Papá Noel buscando el viento que no han tenido en las últimas 24 horas. Parece que Papá Noel sí les ha traído ese regalo: a las 12 de la noche hora local (primera hora de la tarde del 24 en España) los tres están navegando a algo más de 15 nudos, una velocidad estratosférica comparada con las que habían mantenido el día anterior. Sobre todo en el caso del patrón español, el más perjudicado de los tres, que ha quedado un tanto descolgado: ahora Wavre le lleva 235 millas, y el británico, casi 300.
Por detrás, Tanguy de Lamotte (Initiatives-cœur) ha celebrado que un quinto niño podrá ser operado gracias al seguimiento de su proyecto que realizan los internautas. En cuanto a Alessandro Di Benedetto (Team Plastique), para él cada día pasado en el mar es una verdadera fiesta. Y si además coincide con la Navidad, doble motivo para estar contento.
¡Buenos días a todos y Feliz Navidad! Podéis desearme que las próximas horas no sean demasiado difíciles, porque las condiciones son bastante duras; desde hace unas cuantas horas esto es bastante deportivo: buenas planeadas, buenos chubascos que pasan y el viento que arrecia. Esperaré a mañana para abrir los regalos, el foie-gras y el Saint-Emilion. Es el mar quien dicta la ley: no eliges la hora de la cena de Navidad, es la meteorología quien decide. Esta noche tomaré liofilizado y una sopa. Dentro de unas horas tengo que trasluchar para pasar la puerta Pacífico y hacer rumbo al Este. Es un poco como hace 4 años, cuando tuve una Navidad un poco difícil, no fue el mejor día de la regata.
Armel Le Cléac’h (FRA, Banque Populaire)
Tengo que ir más al Sur que al Este, al revés que mis compañeros Mike Golding y Dominique Wavre. Me gustaría que el viento me subiera antes que a ellos, pero creo que al final a ellos les habrá ido mejor. He tenido muy poco viento toda la noche. Ahora me muevo a 11-12 nudos y deberían ser 14-15 dentro de una hora más o menos. Si el viento subiera, quizás podría tener ventaja aquí por el Sur. Pero ya veremos, porque la situación ha sido rara.
No he pensado mucho en la Navidad. Hablaré con mi familia, pero es más por ellos que por mí.
Javier Sansó