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Vendée Globe. Bonjour Pacifico. La dureza del Índico pasa factura a buena parte de la flota

Vendée Globe. Bonjour Pacifico. La dureza del Índico pasa factura a buena parte de la flota

Tanto va el cántaro... que acaba de líder. Armel le Cléac’h (Banque Populaire) que desde hacía dos días registraba una velocidad ligeramente superior, ha acabado recuperando el liderato de la regata al superar a François Gabart (MACIF). peri si el cántaro rompe como cargas el agua?. El liderato no es definitivo, si ayer decíamos Match Race para los de cabeza... pues eso, seguirán de cabeza para ver quien será el number onen. Mientras, el grueso de la flota sufre a un enfurecudo océano Índico que hace honor a la violencia que lo ha hecho famoso.

Es igual que dispongan de veleros construidos con los mismos planos y que se hayan beneficiado uno y otro de los conocimientos de Mer Agitée, la estructura de Michel Desjoyeaux. François Gabart y Armel Le Cléac’h han acabado personalizando el toque final de sus barcos. Y a menudo son esos pequeños detalles los que acaban decidiendo las diferencias en una regata: número y posición de los tanques de lastre, ergonomía de la bañera, elección de velas. Es en este aspecto que Armel Le Cléac’h explicaba hoy las pequeñas diferencias de velocidad entre los dos primeros. Las velas embarcadas a bordo del MACIF le darían una pequeña ventaja navegando al largo con viento medio a fuerte, mientras que Armel es algo más rápido en rumbos más de popa. Se ha podido constatar esos últimos días comprobando la estela de los dos primeros de la clase: navegando más caído que su adversario, el Banque Populaire ha acabado recuperando la ventaja. Nadie ha dicho sin embargo aún la última palabra, porque los rumbos de largo que hace unos días hicieron feliz a François Gabart parecen volver a la programación a partir de mañana. Además, el MACIF debería ser el primero en recibir los nuevos vientos, que llegarán por el norte.

 

La pelea entre el suizo Bernard Stamm (Cheminées Poujoulat) y el británico Alex Thomson (Hugo Boss) parece tan cerrada como la que mantienen los dos primeros, mientras entre estas dos parejas se mueve el mediterráneo Jean-Pierre Dick (Virbac-Paprec 3). El británico aventaja a su oponente por tan solo una cuarentena de millas. Algo más atrás, Jean Le Cam (SynerCiel) continúa incrementando su ventaja sobre Mike Golding (Gamesa), mientras Dominique Wavre (Mirabaud) empieza a notar en su espejo de popa el aliento del español Javier Sansó, que en las últimas 24 horas le ha recuperado 68 millas.

 

Clavadas de proa en el orden del día

 

La intensidad de la batalla táctica entre los dos líderes no puede hacer olvidad que hombres y barcos están pagando su tributo al océano Índico. En popa de la flota, Tanguy de Lamotte (Initiatives-cœur) parecía dividido entre su fascinación ante las olas de siete y ocho metros que rompían a popa de su barco y el peligro de romperlo todo en una planeada descontrolada. Ha sido Jean Le Cam quien ha confesado haber realizado esta noche “una clavada magistral. La mejor de mi vida. Un poco como si te empotraras con el coche en un terrón de mantequilla”.

 

Solo lo confiesan a medias, pero todos han sido castigados. Bertrand de Broc (Votre Nom autour du Monde avec EDM Projets) informa de un agujero en la proa tras haber arrancado un candelero, como si no tuviera bastante con una ligera luxación de codo. Las reparaciones que Bertrand tiene en mente son lo suficientemente serias como para que piense en la hipótesis de fondear en la isla de Auckland, al sudoeste de Nueva Zelanda. Arnaud Boissières (AKENA Vérandas) parece haber escapado a las averías, pero ya se sabe hasta qué punto los navegantes se andan con tapujos. En unas cuantas horas, Alessandro Di Benedetto (Team Plastique) debería abandonar los vientos fuertes, presa de las calmas de un anticiclón que está a punto de pillarlo. Nunca se sabe qué es peor, si los vientos fuertes, que hacen sufrir pero permiten correr, o las calmas, que se hacen eternas pero facilitan la tranquilidad. Algunos, como Di Benedetto, se conforman con lo que haya.

 

Han dicho...

(Sobre sus condiciones de navegación) Cambian cada diez segundos. Hay chubascos, entre 18 y 40 nudos. Vigilo de reojo a Armel (Le Cléac’h), vamos más o menos a la misma velocidad. Incluso si estoy comiendo, descansando o haciendo la meteo, siempre estoy preparado para coger el timón si hace falta. Siempre estoy preparado para intervenir”. (Al enterarse de que acaba de entrar en el Pacífico) “¡Waouhhhh! Estoy en el Pacífico, eso es una buena noticia. Estoy muy contento, aunque no haya visto grandes diferencias entre los dos (Índico y Pacífico). Es perfecto, solo me queda este océano, el cabo de Hornos y ¡hop! directo a cada. Como programa ya me está bien.
François Gabart (FRA, MACIF)

(Sobre el Pacífico) Es la segunda vez que tendré la suerte de navegar en ese océano. Quedan muchas millas por recorrer antes de ver el cabo de Hornos. Después de los Pirineos, los Alpes. Intentaré navegar bien. Pasaré la Navidad a bordo en medio del Pacífico. Habrá días bastante especiales.
(Sobre las velas) Intento encontrar las velas adecuadas. Cambio de vez en cuando. Pero con François (Gabart), tenemos más o menos las mismas. Las diferencias son pequeñas. Ahora aprovecho [las condiciones favorables]. Está bien haber recuperado. Pronto estaremos a la mitad, hay que continuar. Es más interesante para atacar la segunda parte.
Armel Le Cléac'h (FRA, Banque Populaire)

Ahora tengo 22.-.25 nudos de viento y navego a 17-18 nudos, condiciones bastante buenas. Está nublado, casi lloviendo, pero lo importante es que voy rápido en la dirección adecuada, que es lo quiero. ¿Si estoy cazando a Dominique? Puede decirse, porque vengo de atrás. Ahora tengo un poco de suerte, porque estaré unas horas más con unas condiciones mejores y me acercaré a él hasta que estemos en el mismo sistema. He tenido mala suerte en muchas otras cosas, pero ahora tengo suerte. Llego desde más de 700 millas atrás. Estaré más cerca de Dominique, y quizás recorte 50 o 60 millas a Mike. Será más interesante para vosotros y para nosotros. Estar en medio de la nada como estaba antes es muy aburrido. Ahora tendré que estar más concentrado.
Javier Sansó