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Route du Rhum. Alex, Thibaut, Kito y veintinueve más

Route du Rhum. Alex, Thibaut, Kito y veintinueve más

No hay día de descanso ni tregua. Dos semanas después de la salida de Saint-Malo, la regata se está intensificando, sobre todo en los de cabeza de flota donde los líderes imponen un mejor ritmo para mantener su posición. Alex Pella siempre liderando y a toda velocidad, firma 240 millas recorridas en las últimas 24 horas. Se espera que en la noche del martes al miércoles (hora local de la medianoche) escuche la bocina de la victoria que salvo algún fallo grave o inesperado, no le debe escapar.

Alex, supo ayer de su nuevo delfín, Thibault Camus Vauchel , su gran progresión en las pasadas jornadas le llevaron a superar a un ilustre en la navegación en solitario, Kito de Pavant, que no se da por vencido y no tira la toalla en la disputa de los otros dos escalones del podio. 20 millas separan a estos dos solitarios y 80, increscendo, entre el catalán y el patrón del Solidaire.

 

Las condiciones selectivas duras del principio de la regata han clarificado los puestos de honor. Sin embargo, algunos solitarios ciertamente no han dicho su última palabra y prometen darlo todo en la recta final, siempre marcada por vientos rolones y cambios de presión que exigen rápidas y constantes maniobras. No es de extrañar que Yannick Bestaven, cuarto, pase al ataque. Esta noche, el capitán de La Rochelle ha buceado claramente al sur intentando mejorar el potencial de su nuevo diseño Verdier. Aunque recuperado algo de terreno con sus predecesores, las 168 millas con la cabeza se nos antojan muchas. Y más bajo la amenaza de un combativo Stéphane Le Diraison que no oculta sus intenciones para esta carrera: lucha hasta el final a por la cuarta plaza de la que separan 20 millas. Pero también debe tener con el rabillo del ojo y vigilar de cerca de Pierre Brasseur (Matouba), todavía en el ritmo y en el juego después de 14 días en el mar.

 

Para los aficionados españoles, el disfrute está servido. Alex Pella, el emigrante a Francia buscando la oportunidad que no le dieron en nuestro país, con un barco prestado está demostrando la gran calidad técnica que atesora. 500 millas para la meta, un posible ETA para la madrugada del miércoles, y si los dioses del mar no lo impiden una muesca en su culata de las grandes, ni más ni menos que una Route du Rhum.