Oliver Bravo de Laguna y Andrea Fornaro, a por todas, incluso con problemas en su embarcación
El equipo Sideral 931 del regatista del RCNGC Oliver Bravo de Laguna y Andrea Fornaro ultimaron los detalles y preparativos antes de la salida de esta edición del Gran Prix d´Italia.
Los chicos han llegado muy cansados, del traslado desde Talamone, tuvieron problemas con la pila de combustible, pues no pudieron conseguir el metanol y tuvieron que hacer el recorrido cargando las baterías con el generador.
Recordamos que en la anterior regata, Archipiélago 6.5, sufrieron una importante avería, que aunque les penalizó en “performance”, no impidió que se alzaran con la victoria, pero desde entonces, no han parado de trabajar en la preparación, en la fiabilidad y optimización del Sideral 931.
Para Andrea tomar la salida, fue quitarse el estrés de tanto trabajo… Navegar le resultará más agradable.
El barco tocó el agua por primera vez el pasado mes de febrero y su objetivo sigue siendo mejorarlo, estudiar bien todas las partes y componentes que pudieran romperse y sobre todo, acumular las millas exigidas por la Clase Mini, para participar en la próxima regata Mini Transat, en octubre.
Para Oliver Bravo de Laguna, sin dudas, apoyar a su amigo Andrea, y trabajar en la puesta a punto del barco, al igual que ocurriera en la anterior regata, Archipielago 6.5, es fundamental. Estuvo mucho tiempo, “trimando las jarcias”, la vez anterior y se prevé que en el GPI, a tenor de la meteorología esperada, ocurra lo mismo, pues para la primera parte se espera muy poquito viento. El lunes o el martes entrará un flujo del noroeste y el final de la regata lo vivirán con vientos débiles y variables.
No menos importante para Oliver, también es acumular millas y ganar experiencia, en esta, la que será su cuarta participación en regatas de la Clase Mini, lo que le acerca un poco más a su objetivo final, participar en la regata Mini Transat 2019.