MIGUEL ANGEL RONDÓN llega a Gran Canaria
El único participante canario de la prestigiosa regata oceánica Mini Transat La Boulangeré, cruzó la línea de regata pasadas las dos de la tarde, tras una primera etapa infernal donde las averías han perseguido al representante del Real Club Náutico de Gran Canaria a lo largo del recorrido.
Mucha emoción la vivida hoy en el muelle deportivo con la llegada del grancanario Miguel Ángel Rondón. Tras 13 días de navegación, ha terminado para él una primera etapa de la prestigiosa regata oceánica Mini Transat muy dura, al tener que sortear innumerables averías que se han sucedido, a lo largo del recorrido donde ha tenido todo tipo de condiciones.
El comienzo de esta regata oceánica tuvo lugar el pasado 5 de octubre tras varios días de espera de la flota en tierra, debido a la presencia de una fuerte borrasca en el Atlántico. Aunque los 87 participantes tuvieron un comienzo muy ligero (con vientos suaves entre los cinco nudos), el primer escollo que tuvieron que sortear los deportistas, fue en el Golfo de Vizcaya con un frente con vientos de 25 a 40 nudos que iba rolando de sureste a noreste con violentos chubascos. Durante la bajada a lo largo de la costa portuguesa, lo más destacado fueron las considerables olas que se encontraron los participantes, produciendo algunas averías que obligaron a varias embarcaciones a retirarse a puerto a reparar. Pasada la Península Ibérica, un nuevo cambio de dirección del viento entablándose en suroeste, retraso varios días la llegada de los primeros barcos.
En el caso de Rondón, a estas complicadas condiciones atmosféricas, se sumó un rosario de averías que complicaron aun más la llegada a las Palmas de Gran Canaria: “ha sido muy duro poder finalizar esta etapa” declaraba con la voz entrecortada en sus primeras declaraciones. “La avería eléctrica fue lo que más me ha hecho sufrir porque me quedé sin piloto automático, con lo cual tenía que bajar velas cada vez que necesitaba descansar. También rompí una burda lo que me obligó buscar una zona de menos presión, para subir al palo y solucionar el problema”. Por si fuera poco, Miguel Ángel también se quedó sin driza de spi al quedarse dentro del palo, y un simple compás fue su única ayuda para marcar su rumbo.
Tras 1.380 millas de navegación Rondón agradeció a sus compañeros de equipo, aficionados de Vela Latina, regatistas que se encontraban el muelle, el vicecomodoro del Real Club Náutico de Gran Canaria Micky Hernández, o conocidos de la vela de cruceros de la isla como Enrique Boissier, el cálido recibimiento dispensado, aunque el momento más emotivo fue el abrazo con su mujer.
Un caldo para “colocar el cuerpo entrecortado”, pescado con papas sancochadas acompañado de gofio escaldado y un par de plátanos como postre, era el menú que le esperaba en la carpa de bienvenida a la que acudió ataviado con la ropa de agua. Rondón ha cumplido la primera parte de su sueño de dar el salto a la navegación en solitario a sus 58 años. Por delante tiene un duro trabajo de reparaciones durante el periodo que los participantes permanecerán en el muelle deportivo, para afrontar posteriormente las 2.700 millas restantes hasta el puerto de Le Marin, en Martinica.
En esta edición de 2019, la participación española está compuesta por tres patrones: el catalán Pep Costa quién con tan solo 20 años, se convierte en el navegante más joven que participa en la historia de la prueba francesa y primero en arribar a la meta. Rafael Fortes, residente en Málaga fue segundo en llegar y el grancanario Rondón.
La regata Mini Transat La Boulangeré en una dura regata donde se pone en juego la destreza, condiciones y capacidad de cada navegante, al afrontar una travesía oceánica de casi 4.000 millas divididas en dos etapas a bordo de barcos de tan solo 6.5 metros de eslora.