Hagan juego señores, las calmas ecuatoriales abren la partida. Empieza la batalla estratégica del Atlántico Norte
- Le Cléac’h ataca por el Este y recorta diferencias con el líder. Gabart intenta evitar que su rival se desmarque. Las calmas ecuatoriales, que ayer parecían poco activas, están volviendo a repartir las cartas. François Gabart es la primera víctima, porque en 30 horas ha perdido más de 150 millas sobre su inmediato perseguidor, Armel Le Cléac’h. La posición relativa entre los dos líderes podría ser decisiva ante la inminente remontada del Atlántico Norte.
Silencio radio a bordo del MACIF. François Gabart, líder sólido desde su entrada en el Atlántico Sur, ha visto cómo su ventaja se derretía a ojos vista. Las 205 millas de ayer a las 4 de la tarde se han recortado a apenas 78 hoy a la misma hora. En estos momentos, todo son conjeturas. ¿El frenazo es debido a la aparición en su camino de uno o dos cumulonimbos especialmente virulentos? ¿O hay algún problema a bordo? Solo François Gabart sabe la respuesta. Pero cuando lo que está en juego es la victoria después de casi tres meses de regata, se puede comprender que no quiera mostrar sus cartas.
Para Armel Le Cléac’h, es todo lo contrario. Después del golpe encajado hace tres días, cuando Gabart se escapaba a ojos vista, el patrón del Banque Populaire se siente fuerte. Lo que equivale a decir que el ‘chacal’ –apodo de Le Cléac’h- no ha renunciado al primer puesto.
Anticipar los movimientos
A fin de cuentas, la posición relativa entre los dos primeros a la salida de las calmas ecuatoriales puede ser decisiva en el resultado final. Estratégicamente, se trata de estar al Este del rival. Y hacia el Este de Gabart está apuntando Le Cléac’h desde ayer; y aquel ha cambiado su rumbo para intentar evitarlo. Para el líder se trata de estar entre su adversario y la llegada, de manera que pueda controlar su trayectoria. Si el Banque Populaire intenta escaparse por el Oeste o ceñir más por el Este, al MACIF le basta con hacer lo mismo para proteger su posición. En cambio, si el segundo logra mantener el pequeño desplazamiento lateral que ha conseguido, podría aprovechar el régimen de los alisios para presionar a Gabart y seguir siendo amo y señor de su trayectoria.
Partida de ajedrez
Por si alguien lo dudaba, la compleja situación meteorológica debería bastar para convencerlo: esta remontada del Atlántico Sur es la más incierta de las etapas de esta vuelta al mundo, en cuanto a estrategia se refiere. Desde el cabo de Hornos, los navegantes han tenido que negociar una alternancia de depresiones tormentosas, dorsales anticiclónicas y pantanos barométricos, todo ello amenizado con inciertas zonas de transición y una realidad que no siempre ha concordado por lo pronosticado por los ficheros meteorológicos. A casi 2.000 millas de los líderes, el pelotón central, encabezado por Jean Le Cam (SynerCiel) en el Oeste y Mike Golding (Gamesa) en el Este, ha estallado en cinco pedazos exactamente. Arnaud Boissières (AKENA Vérandas) ha elegido una ruta casi en la estela de Le Cam, mientras Javier Sansó (ACCIONA 100% EcoPowered) ha apostado por el Este, con el suizo Dominique Wavre (Mirabaud) en una ruta intermedia que, más que tierra de nadie, tiene la ventaja de estar cerca de la ruta directa.
Fronteras en el mar
Bertrand de Broc (Votre Nom autour du Monde) y Tanguy de Lamotte (Initiatives-coeur) paladean el placer de haber vuelto a mares más tranquilos, ver tierra y notar trazas de vida humana. El cabo de Hornos, el mítico punto que marca la frontera entre el Pacífico y el Atlántico, espera dentro de dos días a Alessandro Di Benedetto (Team Plastique). Cuando uno acabe con el Gran Sur, otros dos navegantes, Jean-Pierre Dick (Virbac-Paprec 3) y Alex Thomson (Hugo Boss), estarán a punto de despedirse del Atlántico Sur. Pero ninguno de los dos estará para muchas despedidas, si no quiere despedirse de la tercera plaza que los dos tienen al alcance de la mano. Solo uno de ellos la conseguirá.