Gabart consolida su ventaja de 100 millas sobre Armel Le Cléac’h - Las calmas ecuatoriales se muestran amables con Dick y Thomson
Statu quo. François Gabart ha frenado la hemorragia de millas concedidas a su perseguidor en las calmas ecuatoriales. Con una decena de horas de ventaja, el patrón del MACIF está en una posición claramente favorable, pero se niega a cantar victoria. Si la regata no ha acabado, los solitarios ya tienen más de un motivo para estar satisfechos de lo que han dejado en su estela.
A medida que se acerca a la línea de llegada, François Gabart parece perder parte de su despreocupación de las primeras semanas de regata. Pasar de la condición de aspirante a la de claro favorito no es precisamente fácil. Al patrón del MACIF se le echan encima unos días difíciles, entre la perspectiva cada vez más creíble de una victoria y la obsesión por el grano de arena que pueda perturbar una máquina perfectamente engrasada. Sobre todo sabiendo que Armel Le Cléac’h (Banque Populaire), que le va a la zaga, no tiene precisamente fama de renunciar al triunfo. Situado a un centenar de millas del líder, espera su momento. Si se le presenta la menor oportunidad, nadie duda de que no la dejará escapar. Pero para ello es necesario que François Gabart le dé antes esa oportunidad.
Sea cual sea el resultado final de ese duelo, los dos navegantes pueden decirse que han hecho una regata de excepción, imprimiendo un ritmo inédito en esa vuelta al mundo; una forma de rebajar la enorme presión que caerá sobre sus espaldas en los próximos días.
Cuatro aspirantes a tres plazas de podio
En la aproximación de las Azores la situación sigue siendo muy complicada. La barrera anticiclónica es especialmente difícil de sortear y puede volver a repartir las cartas. Todos vigilan un pequeño frente, surgido de las bajas presiones de Terranova, que podría abrir un camino entre las altas presiones. Al rodear las Azores por el Oeste, los primeros podrían encontrar un flujo borrascoso que los acompañara hasta la llegada. Pero para ello ese frente tiene que abrirse paso entre el anticiclón de las Azores y el de Bermudas; y ellos tienen que llegar justo a tiempo de pillarlo. Ni que decir tiene que tanto Gabart como Le Cléac’h se quemarán las cejas estudiando todos y cada uno de los ficheros meteorológicos que reciban.
Jean-Pierre Dick (Virbac-Paprec 3) y Alex Thomson (Hugo Boss) parecen escaparse de las calmas ecuatoriales sin demasiados frenazos. Los cumulonimbos los han respetado bastante, pese a que, la pasada noche, Dick se ha quedado plantado tres horas debajo de una nube cargada de lluvia. Los dos luchan por la tercera plaza del podio, que solo uno conseguirá. Pero los dos pueden estar ya muy satisfechos por lo que han conseguido hasta ahora.
El británico puede tener ya la satisfacción de haber aguantado, con un velero de la generación anterior, la ofensiva de los tres últimos barcos diseñados por el gabinete de arquitectos Verdier-VPLP. Dick, víctima de repetidos problemas de material con los hooks y las drizas de sus velas de proa, no olvida los grandes momentos que ha vivido en esa vuelta al mundo, su última circunnavegación en solitario. Enamorado de la naturaleza y de los grandes espacios, recuerda con emoción algunas luces excepcionales, la fauna del Gran Sur y paisajes mágicos.
Guerra de nervios
En el Atlántico Sur las cosas se ven seguramente con menos entusiasmo. Peleados con una meteorología especialmente caprichosa, sería sencillo caer en la desesperación. Pero esos navegantes están hechos de otra pasta y siguen buscando una vía de salida entre unos vientos aparentemente caprichosos que harían perder los nervios a la mayoría de los mortales.
Jean Le Cam (SynerCiel) se dirige ahora hacia el Este, detrás de un frente tormentoso, mientras Mike Golding (Gamesa), 400 millas más al Este, intenta atravesar la pequeña dorsal anticiclónica que tiene delante. Detrás, la situación se repite entre Arnaud Boissières (AKENA Vérandas) y Javier Sanso (ACCIONA 100% EcoPowered), con la posición intermedia –neutralidad suiza obliga- de Dominique Wavre. El patrón del Mirabaud dudaba esta mañana entre la contrariedad de tener que navegar de ceñida contra vientos bien establecidos de componente norte, y el placer de haber dejado atrás, por fin, las encalmadas.
La fragilidad de la aventura
El recuerdo del paso del cabo de Hornos debería bastar para relativizar su mala suerte y diluir cualquier tentación de quejarse. Hace apenas unos días, todos ellos se alegraban de dejar atrás la humedad, el frío, el estrés de navegar en unos mares hostiles. La alegría de Alessandro Di Benedetto (Team Plastique) al franquear esa frontera entre el Pacífico y el Atlántico o la felicidad de Bertrand de Broc (Votre Nom autour du Monde avec EDM Projets) de planear sin dificultades hacia latitudes más clementes sirven también de referencia: una vuelta al mundo es una alternancia de momentos buenos y malos, de alegrías y contrariedades. Tanguy de Lamotte (Initiatives coeur) lo ha podido comprobar en las últimas horas, después de chocar con un madero. Un claro recordatorio de la fragilidad de su aventura sin igual que están a punto de culminar ese puñado de navegantes en medio del océano.
Han dicho
No he tenido unas calmas ecuatoriales fáciles. Quizás es por esto que estoy un poco menos contento, porque no es divertido quedarte parado así. Sigo concentrado, pero también hay que tener un poco de perspectiva y me digo que no está nada mal estar donde estoy. Creo que todo el mundo estará de acuerdo con eso. (Sobre su estado de forma) Tanto el hombre como el barco están en plena forma, y eso es una buena noticia. He podido aprovechar las condiciones muy suaves en las calmas ecuatoriales para hacer un repaso completo. Personalmente, pese a las condiciones difíciles, he descansado y estoy fresco. Ahora es el final de la regata y buscaré la fuerza en el fondo de mí mismo para aguantar hasta la llegada. (Sobre su última semana de regata y sus eventuales ganas de aislarse) Dependerá de las condiciones. En algunos momentos estás tan ocupado con el barco y los reglajes que no es fácil. Pero cuando es estable, no hay ningún problema para coger la cámara para hacer vídeos e ir a la mesa de cartas. (Sobre el final de la regata y su recorrido) La regata será difícil hasta el final. Armel (Le Cléac’h) no está lejos y quedan muchos obstáculos antes de la línea de llegada. Pero estoy muy orgulloso de lo que he hecho. Nadie podrá quitármelo y creo que, pase lo que pase, para mí serla una buena Vendée Globe. Espero que lo sea hasta el final.
François Gabart (FRA, MACIF)
He salido de las calmas ecuatoriales. Esta noche ha sido dura y me parece que no he sido el más favorecido. Había muchísima lluvia, no había viento, era muy desagradable. Ahora ya avanzo un poco mejor, pero los alisios del nordeste son desfavorables, casi del norte. Espero que mejore y que pueda ir hacia el norte. (Sobre su estado de forma) Estoy cansado porque la noche ha sido dura. Tienes que quedarte fuera recibiendo masas de agua en la cara. Si a eso le añades la subida al mástil y los dos meses de regata, cansa. Ahora habrá una larga bordada y espero poder descansar un poco para estar en plena forma para la última fase. Mantengo la esperanza y tengo que aguantar esta tercera posición a toda costa. (Sobre sus reparaciones) He reforzado el estay, la reparación está terminada, la tensión es la adecuada y puedo usar mi solent. También subí al mástil para desbloquear una driza que estaba bloqueada desde el Pacífico. Pero he tenido tantos problemas con mis hooks, que ya no me inmuto.
Jean-Pierre Dick (FRA, Virbac Paprec 3)
(Sobre su paso del Ecuador) Creo que es la 15ª vez que cruzo el Ecuador, por lo que ya no lo celebro. No sé cómo serán las calmas ecuatoriales. Cuando miras las imágenes por satélite, las nubes están un poco al norte, por lo que creo que para mí serán más bien tranquilas. François (Gabart) ha tenido quizás el paso más difícil de todos. Afortunadamente para mí, parece estar mejor. (Sobre los barcos de los primeros) estoy sorprendido por la resistencia de los barcos franceses. Si dejamos de lado los horribles accidentes con las colisiones, los barcos estaban superbién preparados y es mérito de los equipos de tierra. (Sobre el final de la regata) Si mi objetivo fuera ganar, estaría realmente decepcionado. Pero hoy mi objetivo es acabar tercero, y estaría bien acabar en menos de 80 días.
Alex Thomson (GBR, Hugo Boss)