Fermax encalla cuando lideraba la Grand Huit Race
- Juan Carlos Oliva se detuvo bruscamente en la desembocadura del río Rhóne en Francia
- El patrón del Real Club Náutico de Valencia navegaba a gran velocidad liderando la flota, con vientos de Mistral de 30 nudos de intensidad
La Grand Huit Race se presentaba este año con un recorrido costero de 500 millas náuticas por el Golfo de León. Una regata muy complicada para los regatistas solitarios ya que la proximidad de la costa hace extremar las medidas de seguridad. Asimismo son muchos los barcos pesqueros y de recreo navegando cerca de la costa con los que hay que tener especial cuidado. Pero ese no ha sido el problema ni tampoco lo que se imaginaba el regatista de FERMAX, ya que ese viento fuerte de Mistral iba a producir un desplazamiento mar adentro de la arena en la desembocadura del río Rhóne más allá de las marcas especiales de navegación.
El pasado martes, a las 17:00 horas UTC, Juan Carlos Oliva lideraba la flota hacía el punto control de Carro, a sólo 7 millas náuticas después del paso de la desembocadura del Rhóne, cuando embarranco en un banco de arena y quedo varado durante una hora hasta que fue rescatado por el primer piloto del puerto de Carro.
Después de una hora de sobrevivir al embiste de las olas y las rachas de viento de 30 nudos de intensidad que azotaban la zona, una vez liberado, el patrón del náutico de Valencia se dirigió al puerto deportivo Port de Bouc en Carro para verificar el estado del barco, donde una vez realizada la inspección comunicó a la dirección de la regata que abandonaba la competición para poder realizar una revisión a fondo del barco dada la proximidad de la Mini Transat con salida el 13 de octubre.
Se llevaban completadas en el momento del percance 220 millas de regata y tras las primeras valoraciones Oliva destacaba que “ha sido un golpe inesperado. La verdad es que la ruta que seguía para llegar el punto de control de Carro me llevaba muy cerca de las marcas especiales de limitación, pero en ese momento y con viento de 30 nudos de través y el barco navegando entre 12 y 13 nudos no piensas en que vas a encontrar un banco de arena fuera de las marcas especiales y sí en controlar el prototipo veloz que tienes en las manos”.
Por otra parte y ya en tierra, el regatista de FERMAX se mostraba contrariado ya que era consciente de poder hacer un buen resultado. “La verdad es que es una sensación de impotencia tremenda ver como el barco queda parado y no puedes hacer nada para sacarlo de ahí y ves pasar al cabo del rato la flota dejando una buena distancia de seguridad, evidentemente al verme a mí encallado, en ese momento piensas que preferirías no ir el primero y dejar a otro hacer el papel de liebre”.
El patrón de FERMAX regresará a Valencia en los próximos días donde realizará los controles a fondo el barco y las oportunas actualizaciones para dejar el prototipo listo para la Mini Transat 2013.