Día 38. El ojo del tigre: Eliès, Dick, Le Cam actúan para evitar la tormenta
Después de haber estado parado ayer y durante la noche, bajando a velocidades de sólo dos o tres nudos, el patrón del Queguiner-Leucemie, Yann Eliès, (5º) busca reducir el nivel de peligrosidad en su negociación con una violenta tormenta.
El tres veces vencedor de La Solitaire du Figaro y que compite en su segunda Vendée Globe, sonaba hoy preocupado al no saber exactamente qué meteorología y condiciones de mar que se va a encontrar. También está “harto” de que sus prudentes decisiones signifiquen también la pérdida de muchas millas que había ganado sobre sus rivales al frente, que no se ven afectados por la tormenta como él. A unas 600 millas al sureste de Tasmania, Eliés ha “caminado” de puntillas debido a que el centro de la baja presión pasa justo al norte de él, pero está cansado, estresado y tiene más de 40 nudos de viento con los que lidiar. Además, está preocupado por el hecho de que todavía tiene que enfrentarse a mar revuelta de más de siete metros y medio. Al mismo tiempo, ha tomado precauciones, dice. Ha perdido otras 24 horas, o dicho de otra manera más de 400 millas, con respecto al cuarto clasificado Jérémie Beyou, su rival durante mucho tiempo en la clase Figaro.
Beyou (Maître CoQ) está ahora 835 millas por delante, cuando hace dos días y medio estaba a 375 millas. “Me está desanimando, ya que es la segunda baja presión a la que me he enfrentado y la segunda por la que he tenido que esperar. Nunca sabes qué supone para ti y para el barco. No estamos en el radio de alcance de los servicios de rescate. Así que sí, estoy preocupado, me desanima y estoy harto. Cada vez que pasa esto pierdo 24 horas”.
Eliès continuaba diciendo: “Ayer esperé por el centro de la baja. No quería irme demasiado al este porque cuanto más al este, peores condiciones. No me gustaba la idea de rodearla, como Jean-Pierre. Tenemos chubascos con 40-45 nudos. Pero el viento no es el problema, es el empeoramiento del estado de la mar lo que más me preocupa. Una ola de 7 metros… Voy con tres rizos y sólo la mayor izada. Pero sigo recordándome a mí mismo que esto es el Océano Sur, así que debería lidiar con ello. Las peores condiciones de mar deberían darse mañana por la tarde-noche. Estoy intentando navegar al 60-70% de las polares. Estoy haciendo puntas de 20 nudos con tres rizos en la mayor. Después de ver los últimos partes meteorológicos parece que debería parar. He ido despacio desde hace dos días”.
Jean Pierre Dick (StMichel-Virbac), que es sexto, estaba hacia las 19:00 horas de hoy llegando a la isla de Tasmania (al sur de Australia) después de haberse desviado 500 millas al noreste para evitar la misma tormenta. Probamente tendrá que bajar la marcha ya que de oeste a este de la isla son unas 160 millas y por lo tanto, a una velocidad normal, saldría de nuevo en la tormenta hacia las seis o siete de la mañana, cuando todavía habría más de 40 nudos de viento. Eliès ha dicho que la opción de ir a Tasmania con Dick no era la ideal. “No quería llegar a la costa de Tasmania con la isla en la costa de sotavento con 40-45 nudos de viento. Preferiría tener eso mar adentro que cerca de la costa. Pero es verdad que si necesitases ayuda es mejor estar a 50 millas de la costa que a 400. Hay otra baja asentándose el viernes, con vientos por encima de los 40 nudos el sábado”.
Al frente de la flota, el déficit de Alex Thomson sobre el líder Armel Le Cléac'h es de 200 millas. Los tónica para los próximos días es la de una alta presión desordenada, con áreas de poco viento. Pero el patrón del Banque Populaire VIII decía hoy: “Las condiciones deberían empezar a tranquilizarse esta noche y sobre todo mañana. Va a estar bien tomárselo con un poco de calma después del horrible camino que hemos tenido durante semanas. En el Océano Sur casi nunca bajamos de 20 nudos. Es estimulante tener a alguien cerca. Motiva y es fascinante ver la estrategia y las decisiones que tomamos cada uno. Los últimos días no ha sido fácil, con mar muy dura y rachas de 50 nudos. A bordo todo era muy incómodo. Comer, vestirse, moverse por el barco… todo era difícil. Se formó delante de nosotros una baja secundaria, así que tuvimos que lidiar con ello. Desde la salida de la regata hemos tenido muchos momentos complicados, donde la cosa estaba realmente dura. Me preguntaba si nunca pararía. Pero tienes que persistir. Cuando la cosa se pone difícil es cuando puedes marcar la diferencia”.
Entre estos dos grupos –el eterno dúo en cabeza y el trío luchando con la gran tormenta (Dick, Eliès y Jean Le Cam)- Beyou y Paul Meilhat navegan rápidamente para seguir por delante del sistema con el que está lidiando el trío. Beyou admitía hoy que navega de forma conservadora, al 80 %, ya que quiere asegurarse que termina la regata. “La competición pura y dura está en standby desde que rompí el hook de la mayor. Mi meta es pasar por el Océano Sur sin sufrir más daños. El mar se ha calmado antes de que entre la gran baja. Es difícil encontrar la estrategia correcta en estas condiciones. El problema aquí es que todo es gris, así que no puedes ver venir los chubascos. Hoy es un día especial, ya que sé que mañana la tormenta me va a dar una buena paliza. He supervisado todo a bordo. Parece un fenómeno violento. El estado del mar debería estar bien pero se prevén rachas superiores a 60 nudos. Espero que una vez pase, las cosas sean menos hostiles. Me siento bastante solo desde que entré en el Índico”.
MÁS DECLARACIONES
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Alex Pella (ESP) – Invitado en el Vendée LIVE de hoy martes. Navegante español, miembro de la tripulación del trimarán IDEC, co-patrón en la Barcelona World Race, segundo en la Transat Jacques Vabre y vencedor de la Route du Rhum.
“Los maxi trimaranes son una gran escuela para mí porque navegas muy rápido, con mucho estrés y aprendes a vivir con él. He navegado mucho en solitario y cuando lo haces tienes ese mismo estrés. Por ejemplo intentando dormir en el barco o no viendo lo que tienes en frente surfeando a 20 o más nudos, es estresante. Los maxi trimaranes son una gran escuela para aprender a vivir con la presión. Tienes que aprender a convivir con el estrés durante 45 días. Y la gran diferencia es que vuelcan, y si lo hacen ya no navegas. Así que el estrés está ahí todo el tiempo. Es un buen aprendizaje para cuando navegas solo”.