Óliver Bravo de Laguna y Andrea Fornaro, 5º en la Mini Fastnet

A las 06 horas, 8 minutos y 29 segundos de hoy terminaron Óliver Bravo de Laguna y Andrea Fornaro, la competición, que desde el domingo 18 de junio se venía disputando. La mítica regata Mini Fasnet en su 32ª edición.

66 barcos participaron, divididos en dos categorías. Fueron 26 Prototipos y 36 barcos de la categoría Serie.

Entre la categoría Prototipo, el Sideral 931 del regatista del Real Club Náutico de Gran Canaria, Óliver Bravo de Laguna y del italiano Andrea Fornaro, que volvieron a aunar sus esfuerzos, en esta tercera prueba del calendario de regatas de la Clase Mini.

Tras una durísima semana previa a la salida, en la que Oliver viajó hasta Polonia, a buscar junto a Andrea el barco, que estaba en el astillero, completando su preparación y mejoras, comenzaron la Regata.

En los días previos, el transporte por carretera hasta la Bretaña francesa, con un importante contratiempo, tras la severa avería de la furgoneta del equipo Sideral, comenzó como una odisea, para terminar el recorrido y presentarse en Douarnenez a tiempo, para los controles de seguridad de la Clase Mini. Un día de retraso para pasar los controles, condicionaron la preparación del barco de cara a la Regata.

Una pequeña regata prólogo, se disputó en aguas de la bahía de Douarnenez, pero tras la rotura de una pieza del botalón se retiraron de la prueba, para poder reparar y estar en las mejores condiciones en la salida del domingo.

PRIMERAS DECLARACIONES DE ÓLIVER BRAVO DE LAGUNA

Óliver, a su llegada a Douarnenez afirmó que: “terminar la Mini Fasnet nos sabe a victoria, tras los duros días pasados, antes de la salida, con la avería de la furgoneta, el retraso para llegar a Douarnenez, los controles de seguridad que teníamos que pasar, el montar y preparar el barco, que debido a nuestro retraso, nos condicionó. Estar trabajando en el barco, hasta momentos anteriores a la salida del domingo fue algo muy duro también”.

Es la primera regata del Sideral 931 en el Atlántico y para el tándem Andrea y Oliver, en unas condiciones muy diferentes a las vividas hasta ahora en una competición. Todas las demás regatas que habían hecho juntos, tuvieron lugar en el Mediterráneo, con condiciones totalmente distintas.

El barco, diseño de Etienne Bertran, se portó como una máquina estupenda. Óliver puntualizó: “acusamos una pequeña avería en el botalón nada más tomar la salida que nos restó prestaciones e hizo que nos descolgáramos un poco de la cabeza de la regata, pero durante las 600 millas del recorrido de la Mini Fasnet, hicimos todo lo posible por recuperar posiciones, pues estábamos convencidos, de que aún podíamos estar más adelante en la clasificación”.

Para terminar, quiso señalar que: “cada minuto que pasa, cada milla que navegamos en este barco, aprendemos un montón y cada vez que hacemos un ajuste, un reglaje, el barco lo nota y nos responde a la perfección. Estamos muy contestos de este resultado”.