Recogen datos de los barcos que ignoran las boyas del Jidoiro Areoso para denunciarlos
La llegada del calor el pasado fin de semana volvió a provocar un serio problema en el islote Areoso, al ignorar una gran cantidad de embarcaciones las boyas que delimitan el acceso a esta pequeña lengua de arena que pertenece al Concello de A Illa de Arousa.
Este motivo ha causado un profundo malestar en el seno de la Cofradía, cuyos vigilantes han recogido datos fotográficos de todas aquellas embarcaciones que han ignorado la delimitación de las boyas, unos datos que se van a pasar a la Xunta de Galicia solicitando una sanción para todos los que consideran infractores. El patrón mayor de la Cofradía de A Illa, Juan José Rial Millán, apuntaba ayer que "en la zona no existe ningún tipo de control que impida a las embarcaciones acceder libremente a Areoso, por eso gran parte de ellas ignoran por completo la señalización y se meten hasta la arena, sin pensar que pueden dañar con las hélices los bancos marisqueros de la zona".
Cansados de advertirlo y que "no solo no se nos haga caso, sino que se responda de muy malas maneras, hemos indicado a los vigilantes que recogían material fotográfico de todas las embarcaciones que no han respetado las boyas y valoramos denunciarlas cuando finalice el verano". Incluso algunas de las embarcaciones localizadas cada fin de semana en Areoso "arrastran las boyas hacia tierra, mostrando un nulo respeto por las normas que no estamos dispuestos a consentir".
Cofradía y Concello de A Illa llevan varios años presionando a la Xunta de Galicia para que diseñe medidas que garanticen la pervivencia del islote y de los bancos marisqueros que le rodean. Esas demandas están siendo escuchadas, pero su aplicación no avanza todo lo rápido que le gustaría a ambas instituciones que, con la llegada del verano, se encuentran con que este paraje natural enclavado en el centro de la ría de Arousa sufre una excesiva masificación que acaba por degradar las dunas. Una de las principales preocupaciones de la cofradía es el daño que las embarcaciones de recreo causan a los bancos marisqueros de la zona. De hecho, han constatado que, desde hace años, la producción se ha reducido de forma considerable, al considerar que las aspas de las hélices remueven el fondo impidiendo que los desoves de los bivalvos puedan asentarse, algo que acaban pagando los mariscadores.
El pósito hace tan solo unas semanas invirtió una considerable cantidad de dinero en repoblar con alevines todo ese entorno, una inversión que se puede haber perdido en gran medida debido a la presencia de las embarcaciones que no respetan las normas aprobadas para el islote hace ya tres años.
Las dos instituciones están a la espera de reunirse este mismo mes con responsables del Servizo de Conservación da Natureza para que se agilicen una serie de iniciativas cuyo objetivo es reducir al máximo el acceso de personas para proteger los secretos que todavía conserva el islote, no todos naturales, sino también arqueológicos.
La localización de una serie de mámoas y restos del Neolítico en el islote lo han convertido en un lugar de referencia para la arqueología. Una de las entidades que más ha dado a conocer la riqueza arqueológica que posee Areoso es "Pandulleiros", un grupo de vecinos de A Illa que llegó a localizar una serie de huesos en el paleosuelo del islote que podrían considerarse humanos. Esa localización se registró hace ya un año, y desde la asociación se sospecha que, debido a la degradación que sufre el islote, las mareas, los temporales y la masificación en verano han debido acabar ya con esos restos.
Tampoco el espacio dunar atraviesa por un buen momento, ya que muchos de los visitantes del islote ignoran por completo las vallas que las protegen, en muchos casos porque se encuentran en un pésimo estado de conservación.