El salón náutico de Barcelona a pelear contra la crísis

El evento, que tendrá lugar entre el 6 y el 14 de noviembre, contará con 354 expositores españoles y extranjeros, procedentes de 31 países, mientras que el año pasado fueron 380, cerca de un 7% más.

A pesar de la reducción de expositores, el salón amplía la superficie de muestra, de 35.000 metros cuadrados en 2009 a 37.500 este año, y los responsables del salón han estimado que recibirán unos 120.000 visitantes, de los cuales, se lamentó Conde, "sólo el 3% serán visitantes extranjeros".

Según él, ese es el "gran problema" del sector náutico, porque desde la Administración, indicó, no se ponen facilidades para potenciar la llegada de visitantes extranjeros a los puertos españoles.

"Exite una absurda tasa que obliga a todos los propietarios de embarcaciones de más de 15 metros de eslora a pagar un impuesto muy elevado, del 12%, lo que provoca que las embarcaciones extranjeras no se queden en España y se gasten el dinero en otros países", criticó el presidente.

Conde agregó que esta situación, unida a la falta de rampas en las playas que faciliten el traslado de barcos pequeños, traen como consecuencia que en España solo exista una embarcación por cada 207 habitantes.

SOLUCIONES PARA EL SECTOR

Según Fira de Barcelona, la industria náutica aporta 5.536 millones de euros a la economía española, por lo que desde el salón catalán se pretende potenciar el turismo náutico en España.

Para ello, desde Barcelona han creado para esta edición 'la semana azul', una alternativa al turismo de esquí y cuyo objetivo es que durante los días vacacionales de Semana Santa las familias realicen actividades náuticas a lo largo de los 8.000 kilómetros de costa que posee España.

Finalmente, el presidente ha resaltado que durante esta temporada se han creado 40.000 nuevos carnet para navegar embarcaciones, lo que indica, según él, que la náutica "no es elitista".