NI TODAS LAS TORTILLAS SON REDONDAS, NI TODAS LA MEDALLAS OLÍMPICAS DORADAS - ARTICULO PUBLICADO POR ABC.ES/VELA EL DÍA 26 11 2015
Articulo publicado por abc.es/vela el 26 11 2015
http://www.abc.es/vela/opinion/ni-todas-las-tortillas-son-iguales-ni-todas-las-medallas-olimpicas-doradas/
Dury Alonso
Periodista
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Twitter: @duryalonso
Ni todas las tortillas son iguales, ni todas las medallas olímpicas doradas
ABC VELA / VIGO (PONTEVEDRA)
26/11/2015 - 13:03 H.
En el mundo gris de la retorica semántica y las matemáticas estadísticas todo cabe, hasta se puede llegar a crear un indicador entre gramo de medalla olímpica y el desgate del tendón de Aquiles.
La simplicidad corresponde a la demostración de lo complejo, y desde 1519 ya está documentado que la tortilla de huevo con patatas, la famosa y afamada tortilla española, era conocida en Europa. Y todo aquel cocinero que se precie en hacer buenas tortillas, sabe que ninguna es igual a otra. Se podría hacer un compendio tratado largo y voluminoso sobre la elaboración de las tortillas, tanto la española como la francesa, una con huevo batido y patatas como mínimo, y la otra con huevo batido. Incluso matizar en el origen del producto, puesto que no es lo mismo los huevos caseros, y las patatas, que los que compran en el supermercado.
¿Qué tiene que ver los huevos de las tortillas con las medallas olímpicas de oro? Pues nada y mucho. Se atribuye a Benjamín Disraeli, el que fuera Primer Ministro del Reino Unido en el siglo XIX en el reinado de la reina Victoria, que hay tres tipos de mentiras: las mentiras, las malditas mentiras, y las estadísticas”.
Así que decir a secas que una medalla de oro olímpica en Río de Janeiro en vela le cuesta al contribuyente español “entorno a los 14 millones de euros”, es evidente que procede de un dato estadístico sin fundamento porque habría que compararlo con el coste de otras medallas de oro que logren los españoles en otras modalidades deportivas, y la de otros regatistas de otros países, etc. Cuando los regatistas españoles siempre han logrado más medallas que otros deportistas con mayor presupuesto; son el referente del olimpismo nacional.
Sí un Estado asume que irá a por una medalla olímpica sabe donde se mete, y en el caso español las instituciones deportivas mucho más. Otra cosa es que se pretenda verte una información partidista en aras de respaldar una trayectoria determinada ante un ente federativo nacional.
Llevándolo al terreno personal, cuando tuve que pasar revisión médica en el Instituto Nacional de la Seguridad Social, la doctora que me atendió me espetó lo siguiente: “usted tiene la poliomielitis desde antes de empezar a cotizar en la seguridad social, así que no veo porque le tenemos que dar una invalidez laboral”. Cierto que la afección de la poliomielitis la tuve a los once meses de nacer, y tan cierto que con esa edad difícilmente podría cotizar a la seguridad social. Me podría poner como un energúmeno contra la funcionaria, pero cuando uno ya llevas años con la maleta acuestas, le conteste: “es que ahora lo que tengo es síndrome de post-poliomielitis, y es posterior al inicio de mi cotización a la seguridad social”.
Es evidente que la doctora de inspección del INSS se estaba basando en la estadística, y sí con ello podía recortar gasto a la administración pública bienvenido sea.
Y sí uno pretende buscar objetividad escribiendo un artículo sobre el coste de una medalla de oro, sobre los resultados deportivos de la alta competición, hay que estar muy empapado para obtener el valor real estadístico, ese santo grial del ratio áureo. Porque de lo contrario siempre velará la absoluta debilidad del directivo deportivo para defender con firmeza nuestros intereses ante el censor económico.