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Miquel Travé quinto en la final del C-1 slalom. Tocar una puerta le impide subir al podio

Miquel Travé  quinto en la final del C-1 slalom. Tocar una puerta le impide subir al podio

Tocó la puerta 14, recibió la correspondiente penalización de dos segundos y eso lo hundió hasta el quinto puesto. Sin ese contacto, hubiera sido medalla de plata.

Esta modalidad del piragüismo es así. Al final, un fenómeno puede perder y el de cola, ganar. Esta vez le ha tocado a Miquel Travéí bajarse del podio, lo asumió pero no pudo aguantarse las lágrimas: “Que se me escape la medalla por tan pocos centímetros...”, se lamentaba.

Se había clasificado como segundo en las semifinales tras una bajada diríamos que muy buena. “Intentaré repetir la manga y mejorar, pero no significa que en la final lo vaya a hacer igual. Puedo ir a mejor o a peor”, advertía a la carrera antes de irse a descansar. si, y acertó con su propia realidad.

En la semifinal detuvo el crono en 96,69 segundos y en la final, en los 95,92, pero con esos dos segundos extra de castigo (97,92) todo se le fue al garete. La puerta 14 sin ser especialmente dificil, fue juez y determino cruelmente para el catalán despertar del sueño. Un error, un toque y adiós. “Ha perdido un poco la ola que le llevaba de una puerta a la otra y ahí se ha dejado tiempo. Se ha quedado demasiado cruzado. Y en el remonte ha tocado con la mano de arriba”, analizó el director técnico de la federación, Guillermo Diez-Canedo. El oro se lo llevó el francés Nicolas Gestin, intratable en todo momento; la plata, el británico Adam Burgess; y el bronce, Matej Benus. Travé era el nombre que tenían apuntado los expertos, cuarto del ranking mundial, fue quinto, un diploma olímpico y una mira a cuatro años vista Los Ángeles 2028

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