Generalidades de la costa de Galicia

Hay una estrofa del poeta gallego Manuel Antonio:
“Nos llenaron el vaso
con toda el agua del Mar
para componer
un cocktail de horizontes”

que define el sentir de los gallegos, que se ven en el espejo de esa mar que le provoca muchas de sus vivencias como pueblo.
Una mar tan querida por ser fuente de riqueza y a la vez tan odiada por llevarse vidas en trágicas noches de temporal.
Capaz de lo mejor como una buena jornada de pesca, o lo peor, como la experiencia del “Prestige”.

Galicia es marítima por excelencia: por su tradición marinera, con una flota pesquera (entre las mayores del mundo), por sus marinos, que navegan bajo cientos de pabellones distintos, por sus regatistas, remeros, piragüistas, submarinistas, pescadores deportivos... todos con la misma impronta: la mar y sus costas.

De este litoral debemos significar sus tres partes diferenciadas: la más septentrional bañada por el Cantábrico, y las otras dos con el común del océano Atlántico, pero diferentes en cuanto a su perfil.
Las costas norteñas y del fronton NW son acantiladas, agrestes y enfrentadas totalmente al Cantábrico y al Océano con la excepción del Golfo Ártabro.
El litoral que observa su SW, se caracterizan por profundos entrantes de la mar, las Rías Baixas, menos acantiladas, con una protección a los temporales y un microclima excepcional.

A los gallegos, independientemente de los mares que bañen sus costas, les gusta diferenciarlas en dos grandes bloques, las "Rías Altas", desde Ribadeo hasta la Ría de Muros y Noia, y las "Rías Baixas" que se extienden desde Muros y Noia hasta la desembocadura del río Miño.

Lo que conocemos por "rías" son entradas naturales de la mar en tierra formadas por el estuario de un río.
Las Rías Altas son menos profundas y están claramente abiertas y sin protección (al N en el Cantábrico y al NW y W en el Atlántico).
Las Rías Baixas, asimismo abiertas al Océano Atlántico, se disponen con una clara y definida dirección NNE, y con longitudes que superan los 30 km. Suelen estar protegidas por islas en sus bocas, que funcionan como frontones donde se deshacen las grandes olas de los temporales oceánicos.
Las rías gallegas, y principalmente las Rías Baixas, por las especiales características que reúnen en su configuración y en su situación geográfica, constituyen uno de los ecosistemas marinos más variados y ricos del mundo.
Esta excepcional riqueza es posible gracias a la frecuente renovación de sustancias nutritivas por el afloramiento oceánico que se produce en sus aguas.

El primer gran bloque costero gallego, está acotado entre la Ría de Ribadeo y la Estaca de Bares.
Tramo final del Cantábrico occidental hasta su confluencia con el Atlántico que nos presenta una costa dura, quebrada, constituido por parajes singulares de gran belleza y pero con pocas instalaciones náutico-deportivas que se encuentran, en sus aproximadamente 70 M, solamente con la mínima calidad en Ribadeo, Foz y Viveiro.
La costa del NW, comienza en el Cabo Ortegal y finaliza en el el Cabo Prior. Navegaremos ante los acantilados más altos del sur de Europa, entre el Cabo Ortegal y el tajo de la ría de Cedeira.
Al sur de Prior las cuatro rías del Golfo Ártabro: Ferrol, Ares, Betanzos y A Coruña, nos ofrecen buenas instalaciones en un ambiente cosmopolita.

De Sisargas a Fisterra, en la denominada “Costa da Morte”, los mares concentran toda la fuerza atlántica y encierran mucho de la Galicia Mágica. con el viento siempre presente, como la mar de fondo, entre historias de naufragios y olor a ropa quemada de los peregrinos compostelanos que finalizan su ruta en el “faro del fin del mundo”. Parajes de bella singularidad, encontraréis pequeñas rías y ensenadas donde aún se puede gozar de solitarios arenales encuadrados en un genuino olor a mar en una tierra vital. Tres puertos deportivo, Laxe (que no funciona todo el año), Camariñas y Muxía completan su oferta para estadías.
Fisterra cierra el seno de Corcubión que finaliza en Monte Louro dando un punto y seguido a la costa gallega.

Notablemente diferentes son las Rías Baixas. Situadas al SW y con el Parque Nacional de las Islas Atlánticas por occidente, de N a S; las Rías de Muros y Noia, Arousa, Pontevedra y Vigo. Y de otras más pequeñas, de gran interés para la navegación como son la ensenada de O Grove-Cambados, la Ría de Aldán y la Ría de Baiona.

La gran estrella de estos mares, orgullo gallego, que cumple no olvidar, es el Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Sálvora, Ons, y Cíes, auténticos paraísos naturales, son el perfecto rompeolas contra los temporales que vienen del Atlántico. Protegen a las rías de las embestidas del océano y tienen mucho que decir del microclima y la biodiversidad de que disfruta toda esta región.

Desde Corrubedo a Silleiro al S, acotan estas costas un sinfin de cabos con nombres tan sugerentes como “O Cabalo”, “O Centolo”, “Home”…, en las que milla a milla se combinan con grandes arenales, playas, acantilados, islas e islotes. Los ríos donde terminan, casi todos navegables en su cauce bajo, son continuación de estos brazos de agua salada, parajes de gran belleza pero no faltos de riesgo para el complejo arte de navegar.
Ya con Portugal a la vista, finalizaremos nuestra derrota en el tramo que nos llevará desde cabo Silleiro al río Miño. Barra que remontaremos, así como la navegación de los últimos kilómetros del " Pai Minho" hasta el puerto deportivo de Tui.

En este mismo artículo, y en el sub menú de la derecha tenéis los apartados de meteo y oceanografía de esta costa.

Conoce y disfruta de la mar de Galicia.